martes, 19 de febrero de 2013

De NPF


Con la Divina Infantita en nuestros brazos y el amor en nuestros corazones, nada tenemos que temer, de nosotros será el premio en la gloria, según el merito de nuestros sufrimientos; de Ella la gloria en la tierra y en el cielo, y de los enemigos el perdón que Ella le conceder, porque realmente no saben lo que se hacen.

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