1º.- EL PADRE LO HA ENVIADO
Advertencia.- Mientras meditemos lo que resta de la vida del
Divino Esclavo, iremos examinando a la par sus obras y sus enseñanzas. - Empezó
Jesús a obrar y a enseñar.
Preludio 1º.- Como en la meditación primera.
Preludio 2º.- Imagínate a Ntro. Divino Maestro, rodeado de
discípulos que oyen sus palabras y que ven sus obras, para aprender de ellas a
creer y obrar, y considérate tú uno de esos discípulos.
Preludio 3º.- Pide al Señor, hija mía, que te haga aprender cuanto
sea de su agrado.
Punto 1º.- Que el Divino Esclavo quiere que
aprendamos de sus palabras y de sus obras, es indudable. –“Aprended de mí”, nos
dice. (1) - “Os he dado ejemplo para que hagáis como yo he hecho”. (2) - Y
cuenta hija mía, que son muchas las promesas que hace el Señor a los que ya
creían en El, y a los que creerían; por todos rogó a su Eterno Padre (3) y a
todos llamó bienaventurados (4) - “Beati qui non viderunt et crediderunt”. (5)
-
Punto 2º.- ¿Y qué nos quiere enseñar el que es la
infinita sabiduría? quiere que aprendamos hija mía, que El nada piensa, ni
quiere, ni hace, que no sea conforme a la voluntad de su Eterno Padre. –“Yo he
venido en el nombre de mi Padre y no me habéis recibido”. (6) - Y dice en otra
parte San Juan, que Jesús alzaba la voz para enseñar que El era de su
Padre y su Padre lo había enviado. (7) - Y no vino al mundo sino porque fue
enviado por su Padre: –“Porque yo, dice, de Dios salí y vine; y no de mí
mismo mas El me envió”. (8) -
El no quiere otra cosa sino que agradezcamos al Padre que
haya enviado a su Hijo Salvador al mundo.
Punto 3º.- Y así lo demuestra bien claramente cuando
al nacer al mundo no puso en boca de los ángeles sino palabras de alabanzas
para Dios. - “Gloria a Dios”. Y en el día de su triunfo en Jerusalem, si El
quiso ser alabado, fue haciendo que esa alabanza recayera en su Padre que lo
había enviado: –“Hosanna, bendito el que viene en el nombre del Señor”. (9) -
Afectos.- ¡Qué bien se aprende de ti a anonadarse
Jesús mío! Aunque ya no me enseñaras de otro modo a depender de tu Eterno
Padre, esta sola enseñanza fuera bastante para que ya entendiéramos que todo de
El dependía en ti, puesto que desde el primer momento declaras que no por ti,
sino por El has venido al mundo.
Propósito.- Que siempre que vayamos a cualquier
empresa, podamos decir: –“Dios me envía”.
(1) Mateo. Cap.
11, v. 29.
(2) Joan.
Cap. 13, v. 13.
(3)
(4)
(5) Joan. Cap. 20, v. 29.
(6) Joan. Cap. 5, v. 43.
(7) Joan. Cap. 7, v. 29.
(8) Joan. Cap. 8, v. 42
y Cap. 10, v. 36.
(9) Joan. Cap.
12, v. 13.
__________
MEDITACION Nº 404
Martes 12 de Mayo de 1906. a.m.
COMO ES JESUS ESCLAVO DE SU PADRE
SEGUN LAS ENSENANZAS Y OBRAS QUE EL MISMO CRISTO HACE
1º.- EL PADRE LO HA ENVIADO
Hoy hemos visto cómo Jesucristo es en todo y por todo el Esclavo
de su Eterno Padre; y cómo vino a enseñarnos durante su vida, que El nada
piensa, nada hace, y nada quiere más que lo que es conforme a la voluntad de
Dios, y que de tal manera apetecía toda la gloria para su Padre, que en el
mundo jamás quiso El ser conocido ni alabado, sino que vivió humilde, pobre y
desconocido, y la única vez que admitió las alabanzas al entrar triunfante en
Jerusalem, fue porque aquellas alabanzas no las recibía para sí, sino que eran
para el Eterno Padre; así nos dice la meditación que acabamos de leer. - Pues
bueno, si nosotros hijas mías, queremos con todas las veras de nuestra alma
ser esclavas, tenemos que vivir siempre a imitación del Divino Esclavo que ha
venido a enseñarnos cómo se practica con perfección la Esclavitud, y para que
se nos facilite, ha querido darnos una Maestra que nos guíe, que nos enseñe,
que nos lleve con suavidad por ese camino que es penoso, y presenta grandes
dificultades. ¿Saben Vds. quién es esa Maestra encantadora? la Divina Niña; al lado
suyo vamos a aprender a ser esclavas, y a aprenderlo por medio de la dulzura,
porque no cabe duda que quien se acerca a la Sma. Virgen todo lo
encontrará fácil y agradable. Es imposible hijas mías que no se sienta feliz
quien tiene a María por Madre; que no esté llena de alegría quien va a estudiar
la virtud al lado de semejante Maestra; y que no llegue a encontrar gracias
abundantísimas para su alma, quien se acoge a tan dulce protectora, la toma por
modelo y camina siempre guiado por Ella. Por eso hoy que comienza el mes de
Mayo consagrado por entero a la Santísima Virgen; el mes en que parece que la Iglesia se viste de gala
para celebrar con inmenso regocijo a la Reina del Cielo, vamos nosotros como hijas suyas
que somos, a esmerarnos en obsequiarle pétalos de flores, formados de puros
sacrificios, de puros actos de amor pequeñitos, pero constantes; actos de esos
que porque aparentemente no valen nada, porque nos parecen insignificantes,
muchas veces los despreciamos o los dejamos pasar sin fijarnos en ellos, pero
que desde hoy no será así, sino que procuraremos fijarnos en todos ellos nos
esmeraremos en que sean continuados para que de esa manera, tengamos
muchos pétalos con que regar el altar de la Divina Niña; y si Ella
ve que nosotros todo el mes trabajamos y nos sacrificamos sin descanso, con el
objeto de que ni un solo día se nos pase sin sacrificios, y siempre tengamos
algo nuevo que ofrecerle, Ella como no se queda con nada, pueden asegurar que
nos recompensará, y así como a aquellas pastoras del libro de Staurofila, se
acuerdan Vds. que les reservaba para el último día el obsequio que les tenía
preparado para corresponderles de esa manera a los que ellas todos los días
del mes le ofrecían, así a nosotros seguramente nos preparará un obsequio que
corresponda a nuestros afanes, y a los sacrificios que por Ella hagamos no lo
duden. Por eso hijas mías he querido que desde hoy que es el primer día,
comencemos a honrar a la Divina Niña con todo empeño; que no sólo nosotros hagamos sacrificios
sino que también conquistemos a las niñas para que ellas los hagan, para que
por amor a esa Niña encantadora se venzan, se dulcifiquen, sean muy obedientes,
y así podamos decir que le formamos sin cesar pétalos de rosas, y esas flores
irán perfumadas con el aroma de la virtud, del buen ejemplo, y serán más gratas
a sus ojos que las flores materiales que pudiéramos ofrecerle para adornar con
ellas sus imágenes. Todas unidas a mí, en el mismo pensamiento, en el mismo
querer, en el mismo deseo de sacrificio, nos esmeraremos en servir a esa Niña
tan angelical; le diremos que todo nuestro anhelo consiste en ser unas verdaderas
esclavas suyas, firmes y decididas; en ser locas de amor por su niñez, en
rogarle que Ella nos lleve a su Santísimo Hijo; que vamos a procurar amar cada
día más a Dios Ntro. Señor lo mismo al Padre que al Hijo y al Espíritu Santo,
para que nos dé luces, y cada día encienda más en nuestros corazones la llama
del amor divino; que no queremos otra cosa que cumplir la voluntad de Dios y
con gusto nos sacrificaremos en todo por acatarla. Todo eso le diremos a la Santísima Virgen
y Ella lo aceptará como una ofrenda de sus pobrecitas esclavas, como los
obsequios que llevamos a sus pies para que con sus manecitas encantadoras se
los ofrezca a Dios Ntro. Señor y El los acepte gustoso; y desde hoy, llenas de
fe y de confianza vamos a esperar el último día rogándole sin
cesar a la Divina Niña
que nos conceda pedirle el obsequio que más necesitamos, el regalo de más
valor para nosotros puesto que es un verdadero tesoro, y que para Ella no
quiere decir nada el conseguirlo, no le cuesta trabajo, no tiene más que
hacerle una súplica a su Santísimo Hijo para ser escuchada; ese tesoro
inestimable que todas unidas a mí van a pedirle, es Nuestro Padre. Le rogaremos
que nos lo traiga, que lo acerque a nosotros, que ya es mucha la falta que nos
hace; verán hijas mías cómo la
Divina Niña no es insensible a nuestros ruegos, no desoye
nuestras súplicas, no desecha nuestras peticiones, no desatiende las oraciones
de sus esclavas. Por eso ven que les he dicho: –“no vendrá en Mayo”, porque
tengo el convencimiento de que será el regalo que con toda finura nos va a
hacer la Niña el
último día del mes consagrado a Ella. Entre tanto, no escatimen los
sacrificios, no descuiden nada por pequeñito que sea, cumplan estrictamente el
reglamento, no dejen de obedecer inmediatamente cuando el toque de campana les
indique que es la hora de abandonar un oficio para tomar otro; no se disgusten
cuando se les corrija, no pongan mala cara, no pronuncien una palabra para
disculparse; tengan mucho cuidado con las niñas, procurando que todo lo que
hagan sea a las horas que marca el reglamento; en fin, no se olviden que de
puros actos de vencimiento pequeñitos han de formar la corona que tienen que
ofrecerle a la Divina
Infantita; que deben por lo tanto esmerarse en levantarse con
puntualidad, rezar las oraciones de la mañana con devoción, claro, recio,
parejas; después en cada una de las cosas que vayan haciendo en todo el día,
fijarse mucho, ser muy recogidas, muy silenciosas, muy dóciles y prontas para
obedecer; y cada uno de esos vencimientos que se impongan para tratar de perder
su modo propio y tomar el espíritu de la
Esclavitud, se los entregaremos al Angel de la Guarda de Nuestro Padre
para que unidos también a los trabajos que él haga, a sus sufrimientos, a sus
sacrificios, se los presente a Dios Ntro. Señor y unidos a los ruegos de la Santísima Virgen
que tanto nos ama y que a toda hora nos está dando pruebas de que es para
nosotros una Madre cariñosa y llena de ternura, imploren misericordia y vayan
a clamarle a Dios pidiéndole a Nuestro Padre.
Verán hijas mías cómo lo conseguimos; Dios Ntro. Señor es muy
generoso con sus hijos y no es posible que sea indiferente a tanta súplica y
que desatienda los ruegos de su Santísima Madre tan pequeñita, ten llena de
gracia. Es cierto que bien miserables son nuestros pobrecitos sacrificios, que
no valen nada, pero presentados por manos de la Santísima Virgen
adquieren tal valor que el Eterno Padre tendrá que aceptarlos con gusto, y es
imposible que no se compadezca de nosotros.
Postradas en la presencia de la Divina Niña, deseosas
como todas estamos de la santificación de las almas, y particularmente de las
nuestras, vamos a rogarle que pues está nombrada por Dios Ntro. Señor, Reina y
Señora de los Esclavos y Esclavas y tiene que ser nuestra Maestra y modelo en
el camino de la virtud, para llevarnos por él a la Esclavitud imitando al
Divino Esclavo que vino al mundo a enseñarnos cómo se practica la obediencia y
cómo hemos de sujetarnos a la voluntad de su Eterno Padre que es la suya,
sujetándonos por obediencia y voluntariamente a nuestros superiores, no nos
deje un momento, no nos abandone porque somos muy débiles, muy incapaces, y sin
Ella que es nuestra Madre no llegaríamos a encontrar jamás el camino de la Cruz. Vamos a rogarle
que nos haga fieles a la gracia, que sepamos corresponder siempre al amor que
nos tiene, sufriendo y trabajando por Ella, y que así como Dios Ntro. Señor
vino al mundo a dar a conocer a su Padre que lo había enviado, y toda la gloria
la quería para su Eterno Padre, así nosotros sepamos humillarnos bien
humilladas y todo lo que trabajemos y todos nuestros sacrificios por el bien de
las almas sean únicamente para gloria de su Santísimo Hijo y para que en el
mundo sea conocida y venerada su niñez. Sí, con gusto nos sacrificaremos por
impregnar en los corazones el amor a la Esclavitud de la Divina Infantita.
Le pediremos a Ntro. Señor Sacramentado la bendición para Nuestro
Padrecito y para nosotros. En el nombre del Padre y del Hijo, y del
Espíritu Santo. Amén.
Acordaos ¡oh piadosísima Virgen María, &.
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